En los últimos años, diversos estudios han indicado un descenso en la calidad y cantidad del esperma masculino. Se ha observado que el recuento de espermatozoides ha disminuido en más del 50% durante los últimos cincuenta años. Esta tendencia en la fertilidad masculina ha generado debates y preocupaciones en el ámbito de la salud reproductiva de los hombres, así como en las implicaciones que podría tener a largo plazo para la salud poblacional en general.