Fecundación en laboratorio de los propios óvulos extraidos con los espermatozoides de la pareja mediante un tratamiento más natural y con medicación más suave. Los embriones obtenidos en el laboratorio son transferidos al propio útero con la esperanza de que se implanten y den lugar a una gestación.
Mujeres entre 18 y 35 años con buena reserva ovárica y salud psíquica y física, pudiendo ser candidatas mujeres hasta los 45 años.
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Siendo respectuosos con el ciclo natural de la mujer y con leve estimulación, si cabe, se procede a obtener los óvulos de la mujer por medio de aspiración folicular. Este proceso se realiza bajo el seguimiento ecográfico del ginecólogo que determina el mejor momento, justo antes de la ovulación.
Cuando el ciclo de la mujer lo determina, se solicita una muestra de semen de la pareja. Esta muestra es tratada para aumentar la vigorosidad de los espermatozoides mediante la centrifugación y las técnicas denominadas swin-up.
En el laboratorio y bajo las conduciones idóneas se pone en contacto un grupo de espermatozoides con los óvulos, esperando que de forma espontánea y natural uno de ellos se introduzca en el óvulo/s para fecundarlo. Posteriormente se realiza el seguimiento para comprobar que los óvulos fecundados forman correctamente embriones.
El embrión obtenido es transferido al útero de la mujer mediante un procedimiento en consulta, indoloro, sin precisar anestesia, tras el cual se recomienda un periodo de reposo. El embrión es introducido por el ginecólogo mediante una fina cánula que es guiada por una ecografía.
A partir de los 10-12 días de la transferencia del embrión se puede realizar la prueba en sangre para identificar la presencia de la subunidad Beta-HCG, confirmando el diagnóstico de embarazo.
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